La infancia suele asociarse con alegría, curiosidad y juego. Sin embargo, algunos niños atraviesan períodos de tristeza profunda, pérdida de interés o falta de energía que van más allá de un mal día. La depresión infantil existe y, aunque a menudo pasa desapercibida, puede afectar seriamente el bienestar emocional, escolar y familiar del niño si no se detecta a tiempo.
En este artículo, la psicóloga infantil en Tenerife, Mónica Rodríguez, explica cómo reconocer las señales de alerta, qué factores pueden influir en el estado de ánimo de los niños y cómo acompañarlos para que recuperen su alegría y confianza.
¿Qué es la depresión infantil?
La depresión infantil no se manifiesta igual que en los adultos. En lugar de expresar tristeza con palabras, los niños suelen mostrar irritabilidad, desinterés o comportamientos regresivos. En algunos casos, su cuerpo también habla: dolores frecuentes, cansancio constante o problemas para dormir pueden ser expresiones del malestar emocional que no logran verbalizar.
Señales que pueden indicar depresión en niños
Pérdida de interés por juegos o actividades que antes disfrutaba.
Tristeza constante, llanto fácil o cambios de humor repentinos.
Fatiga, apatía o sensación de “no tener ganas de nada”.
Disminución del rendimiento escolar o dificultad para concentrarse.
Comentarios negativos sobre sí mismo: “no sirvo”, “nadie me quiere”.
Cambios en el apetito o en los hábitos de sueño.
Si estas señales se mantienen durante más de dos semanas y afectan su vida diaria, es recomendable consultar con un profesional especializado.
Posibles causas del desánimo infantil
Factores emocionales: pérdidas familiares, separación de los padres, bullying o conflictos escolares.
Factores ambientales: estrés familiar, sobreexigencia académica o falta de rutinas estables.
Factores internos: baja autoestima, dificultad para expresar emociones o predisposición genética.
La combinación de varios de estos factores puede sobrecargar emocionalmente al niño y generar una sensación de vacío o desesperanza difícil de manejar sin ayuda.
¿Qué pueden hacer los padres en casa?
Escuchar activamente sin presionar ni juzgar. A veces el simple hecho de sentirse comprendido alivia el malestar.
Evitar minimizar sus emociones con frases como “tienes todo para estar bien”. Validar su tristeza permite que se sienta visto y acompañado.
Mantener rutinas estables y momentos de conexión positiva cada día.
Fomentar actividades que estimulen la creatividad, el movimiento y el contacto social sin forzarlo.
Reforzar sus cualidades y esfuerzos para fortalecer su autoestima.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Cuando la tristeza o el desánimo persisten, o aparecen síntomas de aislamiento, irritabilidad o pérdida de interés, es fundamental buscar orientación psicológica. La detección temprana y un acompañamiento adecuado pueden evitar que el cuadro se agrave y ayudar al niño a recuperar su bienestar emocional.
Acompañamiento psicológico en Tenerife
En su consulta en Tenerife, la psicóloga infantil Mónica Rodríguez ofrece un espacio cálido y seguro donde los niños pueden expresar lo que sienten y aprender a gestionar sus emociones. A través de un enfoque terapéutico adaptado a cada etapa del desarrollo, Mónica acompaña a los niños y a sus familias en el proceso de superar la tristeza, fortalecer la autoestima y recuperar la motivación por la vida cotidiana.
Mónica Rodríguez – Psicóloga infantil en Tenerife
Especialista en depresión infantil, ansiedad, autoestima y regulación emocional. Acompañamiento psicológico para niños y adolescentes en un entorno de confianza y contención emocional.

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