Como psicóloga en Tenerife especializada en infancia y adolescencia, una de las preocupaciones más frecuentes que me comparten madres y padres en consulta es: “Mi hijo no quiere estudiar, no le interesa el colegio y cada mañana es una lucha para que vaya”. Este tipo de situaciones puede generar mucha frustración y desgaste emocional en la familia. Pero más allá del rendimiento académico, es fundamental entender qué está pasando emocionalmente en tu hijo para acompañarlo con empatía y eficacia.
¿Por qué mi hijo ha perdido la motivación por el estudio?
La desmotivación escolar no suele deberse a “pereza” o “falta de interés”. En realidad, puede estar mostrando algo más profundo: miedo al fracaso, baja autoestima, inseguridad, o incluso señales tempranas de ansiedad o rechazo escolar.
Algunas de las causas más frecuentes que abordamos en mi consulta de psicología en Tenerife son:
- Dificultades en el aprendizaje no detectadas.
- Problemas con compañeros o experiencias de bullying.
- Métodos de enseñanza poco estimulantes o desconectados de su estilo de aprendizaje.
- Presión académica excesiva o miedo a decepcionar.
- Falta de hábitos y rutinas claras en casa.
- Sensación de que el colegio “no sirve para nada”.
🧠 Desde la psicología educativa y emocional, entendemos que la motivación no se impone: se despierta, se acompaña y se construye desde el vínculo.
Señales de desmotivación académica en niños y adolescentes
Si te preocupa que tu hijo esté perdiendo el interés por el colegio, observa estas señales:
- Se queja todos los días de tener que ir al colegio.
- Dice que estudiar “es aburrido” o que “no sirve para nada”.
- No hace sus deberes o los posterga constantemente.
- Muestra ansiedad antes de exámenes o se bloquea al estudiar.
- Baja notablemente su rendimiento sin razón aparente.
- Se irrita o se frustra con facilidad cuando se le habla de estudiar.
Muchas veces, estos signos aparecen incluso en niños y adolescentes que son capaces y brillantes, pero que no encuentran conexión emocional con el entorno escolar.
¿Cómo puedo ayudarle desde casa a recuperar la motivación?
Desde mi experiencia como psicóloga en Tenerife, estas son algunas estrategias prácticas que puedes aplicar para fomentar una actitud más positiva hacia el estudio y el entorno escolar:
1. Conecta con lo que le interesa de verdad
La motivación nace de la curiosidad. Pregúntale qué temas le llaman la atención, aunque no estén en el temario escolar. Relacionar los contenidos del colegio con sus pasiones ayuda a despertar interés.
Ejemplo: Si le gusta la música, puedes conectar la historia con los contextos culturales de diferentes estilos musicales.
2. Valida su malestar sin minimizarlo
Frases como “tienes que estudiar sí o sí” pueden desconectar emocionalmente. En cambio, puedes decir: “Entiendo que no te guste, pero vamos a buscar juntos una forma de hacerlo más llevadero”.
Validar no es permitir el abandono, es generar un terreno de confianza para explorar soluciones.
3. Establece rutinas claras y predecibles
El cerebro adolescente necesita estructura para funcionar bien. Crea horarios fijos para estudiar, pero flexibles en cuanto a métodos y pausas. Las rutinas aportan seguridad y reducen el estrés.
4. Refuerza el esfuerzo, no solo los resultados
Dile: “Me gustó ver cómo te organizaste hoy” o “Vi que hiciste ese ejercicio aunque no te gustara”. Esto fortalece su autoconfianza y reduce la presión del “todo o nada”.
5. Evita las comparaciones con otros niños o con tu propia experiencia
Cada niño tiene su propio ritmo. Las comparaciones generan frustración y rechazo. En lugar de decir “cuando yo tenía tu edad…”, intenta: “Quiero entender cómo te estás sintiendo con esto”.
¿Y si no cambia nada a pesar de tus esfuerzos?
Cuando la desmotivación persiste o se intensifica, puede estar relacionada con factores emocionales más profundos, como:
- Experiencias de fracaso académico que han deteriorado su autoestima.
- Situaciones de acoso escolar o dificultades sociales.
- Problemas de concentración, TDAH o dificultades específicas de aprendizaje.
- Ansiedad o síntomas depresivos que interfieren en su energía mental.
En estos casos, una intervención psicológica puede ayudar no solo a entender el origen del bloqueo, sino también a trabajar en herramientas concretas para recuperar la motivación y el bienestar emocional.
Mi enfoque como psicóloga en Tenerife para casos de desmotivación escolar
Trabajo con niños, adolescentes y familias desde un enfoque integrador y personalizado, utilizando:
- Psicoeducación familiar, para que madres y padres entiendan cómo apoyar sin presionar ni sobreproteger.
- Terapia EMDR, para trabajar experiencias pasadas que hayan afectado la seguridad académica o emocional del menor.
- Técnicas de motivación y gestión emocional, adaptadas a la edad y estilo de aprendizaje del niño o adolescente.
- Trabajo con objetivos y planificación realista, que genera sensación de logro y competencia.
No se trata solo de que “saque buenas notas”, sino de que pueda recuperar la confianza en sí mismo, el gusto por aprender y la sensación de que estudiar tiene sentido.
La motivación no se exige, se cultiva con presencia, escucha y paciencia
Como madre o padre, tu acompañamiento puede marcar la diferencia. No hace falta convertirte en “profe en casa”, sino en una figura segura que anima, guía y valida. Que ayuda a tu hijo a reconectar con su propio deseo de aprender, no solo a cumplir con una obligación.
Y si en este camino necesitas apoyo, recuerda que no tienes que hacerlo sola/o.
¿Hablamos sobre cómo ayudarte a recuperar el entusiasmo de tu hijo por aprender?
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